147 TIZAS Y 890 METROS CUADRADOS DE ASFALTO
Esta intervención urbana fue realizada en el contexto del Taller de Residencia para Artistas organizado en el Parque Cultural de Valparaíso, instancia orientada a profesionales emergentes que trabajaban en diferentes disciplinas dentro de las artes visuales. Ellos se constituyeron como un taller de trabajo plástico de carácter colectivo y experimental, en el que tuvieron la oportunidad de convivir, crear, investigar e intercambiar ideas en pos de la retroalimentación del grupo y el enriquecimiento de las obras.
En base al conocimiento personal de la historia del lugar y a la participación en distintas experiencias de trabajo comunitario que llegaron a convertir este recinto carcelario en un centro cultural, la obra nace como un ejercicio de escritura automática que gira en torno al cautiverio, al silenciamiento y a la penitencia.
Luego de realizar pequeñas intervenciones en las celdas de castigo y en la galería principal de presos comunes, esta obra utiliza como soporte el patio que recibiera las visitas dominicales del sector de pensionados. Con un material de uso cotidiano y de tan bajo costo como la tiza, se construye un acto performático que nos habla de la noción de encierro, del trabajo forzado, de las reglas, del castigo y los límites del buen comportamiento, recordándonos la clásica imagen correctiva del alumno escribiendo en una gran pizarra, una y otra vez, lo que no debe hacer.
Luego de 72 horas de trabajo físico a pleno sol, la intervención se propone como una estrategia de exorcismo para transmutar el encierro de las personas que habitaron el lugar desde el presidio. El gesto artístico intenta revertir simbólicamente su vivencia a través de un acto de liberación, que va plasmando palabra tras palabra las infinitas ideas encerradas por años en la mente, que brotan de manera espontánea en un flujo permanente y se vacían sobre una superficie a la vista de todos.
TALLER DE RESIDENCIA
Parque Cultural de Valparaíso, del 16 al 30 enero 2003.
PARTICIPANTES
Alejandra Méndez (Valparaíso)
Pilar Galilea (Valparaíso)
Héctor Arancibia (Valparaíso)
Juan Pablo Sallato (Santiago)
Catalina Flaño (Santiago)
Cristián Mamani (Santiago)
AUSPICIOS
Vivendi Enviroment.
SEREMI de Bienes Nacionales.
PATROCINIOS
Pontificia Universidad Católica.
PILAR GALILEA realiza una intervención de escritura automática con tiza sobre los 890 mts2 de asfalto de la antigua zona de pensionados.
ALEJANDRA MÉNDEZ construye una flecha efímera que apunta hacia el exterior, con los restos de vidrio quebrado encontrados en el pabellón poniente.
HÉCTOR ARANCIBIA recicla una luminaria pública para dar forma a un personaje enamorado, que instala en la antigua galería principal de presos.
JUAN PABLO SALLATO interviene la fachada de la galería principal con un círulo a gran escala, construido a partir de miles de tapas de bebida recogidas después de los clásicos del Estadio Nacional.
CATALINA FLAÑO recupera objetos "arqueológicos" que dan cuenta de la vida en la cárcel y los convierte en soporte para pintar las sombras arrojadas en el lugar.